El rol de Juan Pablo Longueira en la irrupción política de su padre
Todas las noches el asesor de Alfredo Moreno se reúne con Pablo Longueira para planificar la estrategia comunicacional del coronel. Por estos días está estructurando un equipo para las redes sociales y ayudándolo a dar forma al Instituto Constitución 2022.
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Primero lo advirtió en el curso sobre la transición chilena que estaba dando en el Líbero. El lunes 24 de agosto, Pablo Longueira pidió cambiar la clase final -programada para el miércoles 26- para la semana que venía porque, dijo, haría un anuncio el fin de semana y quería comentarlo con libertad el lunes siguiente. Ese domingo comunicó en una entrevista en El Mercurio su regreso a la política, su opción por el apruebo y la decisión de crear el Instituto Constitución 2022. En la noche fue a Mega. Al día siguiente socializó su idea en la clase pactada; continuó en Cooperativa, Emol y radio Pauta. El miércoles remató en Concierto. “De decir que no quiere nada en política (Revista Capital, 1 de junio), ahora está en todas”, comenta un antiguo asesor del coronel.
Detrás de todas las apariciones en prensa de Longueira está su hijo Juan Pablo, asesor del ministro de Obras Públicas Alfredo Moreno. “Él es quien define, pautea y acuerda con los periodistas cada una de las entrevistas que da Pablo”, asegura una persona que ha sido testigo de su rol.
El primogénito del excandidato presidencial es el único de los siete hijos del matrimonio Longueira Brinkmann que participa en política. “Cuando los padres se han dedicado al servicio público, en general los hijos lo repelen, porque en Chile, al menos, la política es muy ingrata. Él, en cambio, ha seguido a su papá desde su primera infancia. El elemento más simbólico fue cuando anunció la bajada de Pablo de las presidenciales en 2013, siendo que eso pudo haberlo hecho la UDI”, relata un cercano a la familia. Ese mismo año el partido le ofreció a Juan Pablo una candidatura parlamentaria, que él declinó.
Ahora, tras la apuesta del expresidente del partido de Jaime Guzmán de volver a Santiago -estaba viviendo en la Araucanía desde febrero desde donde lideraba Arboleda Dutchman Villarrica, una empresa de maquinaria para sacar, transportar y replantar árboles de gran tamaño-, dos de sus hijos dejaron sus trabajos para hacerse cargo del negocio: Tomás, quien llegó a la firma hace tres meses, y Alejandro, quien tomó la decisión en los últimos días.
“Para Pablo es muy importante que su mujer y sus hijos lo apoyen”, cuenta un amigo del clan. Por eso, la decisión de volver se las planteó en un Zoom, algo que suele hacer cuando se trata de “grandes decisiones”. Dos meses antes, cuando el político mandó una carta a la UDI haciendo un llamado a no caer en el populismo en la votación del retiro del 10% de los fondos de pensiones, el hijo mayor posteó en sus redes sociales: “Los que me cuestionan por ponerle el nombre de mi padre a mi hijo, no entienden el orgullo con el que lo llevo yo también. Anda aprendiendo hijo mío, yo me esfuerzo día a día para que lleves mi nombre con el mismo orgullo”.
De día
Juan Pablo Longueira (36) llegó al gobierno por su mujer, Teresita Mayol. Ella conocía a Alfredo Moreno por la escuadra ecuestre. A través suyo, el abogado de la U. Andes y MBA en la UC que hasta entonces había trabajado en empresas mineras, le hizo llegar el CV. A comienzos de febrero de 2018 Juan Pablo se incorporó al equipo del futuro Ministerio de Desarrollo Social que se reunía en las oficinas del entonces empresario en El Golf 50, junto a los Sebastián Villarreal, Carol Bown, Alejandra Candia, Javiera Icaza, Javier Muñoz, Josefina Philippi y Wladimir Veniu. Ese mes lo acompañó a recorrer la Araucanía y estuvo presente en todas las reuniones y conversaciones de Moreno con las personas de la zona.
Luego del 11 de marzo, se convirtió en jefe de gabinete del ministro con mayores posibilidades presidenciales, y desde ahí tomó un liderazgo en el Plan Araucanía. “Le tocó articular el equipo del MDS, al mismo tiempo que se vinculó territorialmente con el alcalde de la zona, los loncos werkenes y las comunidades mapuche”, cuenta una persona del Ministerio. “En la historia de todos los intentos de distintos gobiernos de avanzar en el diálogo nunca habíamos estado en mejor pie para generar un acuerdo. Hasta Catrillanca”, agrega la misma fuente.
De ahí, Longueira Brinkmann acompañó a Moreno en el MOP durante dos meses y luego se fue a la Secom para coordinar la COP y APEC. Pero llegó el estallido social y ambos eventos se cancelaron. Entonces Jorge Selume -de quien, dicen, todavía es muy cercano- le encargó armar la puesta en escena de las pautas: cómo hacerlas más ciudadanas y menos formales. “A él le importa planificar el relato: si Economía tenía una pauta de pyme, él armaba una estructura con lo que el ministro iba a decir, el video digital que se iba a grabar, lo que tenía que decir el Presidente, etc.”, explica una persona que ha colaborado con JP. “Al gobierno le falta ese discurso, esa estrategia comunicacional global. Y eso él lo tiene”, agrega la misma persona. Para eso, a veces llegaba con propuestas “eternas”, para cuestiones menores: “Se daba la lata de escribir 5 páginas de cómo se construye cada cosa, lo que a veces es un exceso”. Otra cosa que se le critica es su carácter: tiene una primera llegada dura.
Hace dos meses Moreno volvió a reclutarlo para su equipo. Esta vez a cargo de la reactivación del MOP. “Hay un plan de reactivación económica y él debe definir cómo se va construyendo y coordinar a los demás ministerios. En esta pasada el MOP es la cartera más importante porque es la que da más empleo”, dicen en Palacio.
Eso lo hace durante el día, al tiempo que recibe decenas de solicitudes de entrevista para su padre de las que toma nota. Cada noche habla o se reúne con él para planificar una estrategia política.
Los grupos de Whatsapp y el canal Youtube
Dicen que cualquiera se quisiera su agenda de contactos. Entre ellos tiene dos chat “RRSS no de 0” y “Medios no de 0” (aludiendo al slogan del ex senador que dice “apruebo, pero no de cero”) donde gestiona con un grupo selecto -cuyos nombres maneja en estricta reserva- la bajada comunicacional de la irrupción política del coronel. En esos diálogos pimponea con “cercanos históricos de Pablo, la mayoría miembros de la UDI” las apariciones de su padre, comenta una persona que está al tanto de esas conversaciones. “Como Pablo no tiene un jefe de prensa todos le escriben a Juan Pablo para canalizar las solicitudes”, explican en su entorno. Por chat se discuten las ofertas y las cosas que debiera negociar en cada una: el tiempo, el tipo de formato, el periodista.
Pese a que las cuentas en Twitter, Instagram y Facebook del político están creadas, aún no tiene un community manager que se haga cargo de ponerles contenido. La misión de reclutar a un encargado para eso recae también en Juan Pablo, quien a su vez se apoya en su hermano Alejandro, que estuvo a cargo de las redes en la campaña de 2013.
Un asesor del UDI recuerda que para la campaña de refichaje de la UDI, el expresidente de ese partido armó varias listas de Whatsapp a quienes les enviaba videos. “El primero partió en la tumba de Jaime Guzmán, el segundo en la de Simón Yevenes, grabó un en el Parque Arauco, otro vestido de la selección nacional de fútbol, etc. Él siempre ha sido muy consciente de lo importante que son las redes sociales”, asegura.
Por eso, apenas tomó la decisión de lanzarse decidió que tendría un canal propio de Youtube. Quienes conocen a Pablo Longueira de cerca aseguran que anhelaba tener un lugar “donde comunicar sus cosas sin pasar por un periodista”. Así, una semana antes del anuncio armó una cuenta y contactó al productor Patricio Urrutia, con quien había trabajado en la presidencial de 2013, para grabar, editar y publicar los videos.
El contenido lo trabaja con Juan Pablo -a menos que estén en un almuerzo familiar de fin de semana, en ese caso lo conversa con sus 7 hijos, nueras y yernos- y ya con la idea clara de lo que quiere decir, aunque sin un guion escrito, graba el mensaje en la productora, donde va solo. Ese mismo día, generalmente, el contenido se viraliza.
El instituto
La primera respuesta frente a la pregunta sobre quiénes están trabajando con Pablo Longueira es “nadie”. Al menos formalmente. Lo cierto es que quienes lo asesoran no quieren figurar junto él porque públicamente algunos se han manifestado por el rechazo, otros tienen cargos en el gobierno. Por eso, hoy discute los temas con su hijo, aunque cada decisión la conversa con Andrés Chadwick.
Con el ex ministro del Interior, relatan en la UDI, estarán en bandos separados hasta el 25 de octubre -Chadwick está por el rechazo-, sin embargo, en la mañana del 26 unirán sus fuerzas. De hecho, Longueira planteó que espera que Chadwick asuma el rol de presidente del Instituto Constitución 2022, que está en camino a formar.
Para eso habrían fichado al abogado Guillermo Infante, socio de PPU, a cargo de redactar los estatutos de la entidad que, en simple, contaría con un presidente, un director ejecutivo -ya barajan un nombre-, y al menos siete jefes de área: educación, economía, medioambiente, indígena, derechos fundamentales, derechos sociales e institucionalidad. “Ellos tendrían que conformar equipos con gente de LyD, la Fundación Jaime Guzmán, el Instituto libertad, Horizontal, etc., para capacitar y discutir la bajada de esos temas en una nueva Constitución”, señala una persona que está al tanto de la iniciativa.
¿Dónde se reunirán? “La sede está en la nube”, han comentado. La idea es que se trabaje en línea con documentos compartidos y videoconferencias.
Doble militancia
El miércoles, el equipo de comunicaciones de Evelyn Matthei contactó a Longueira jr. para agendar un encuentro entre la alcaldesa Evelyn Matthei y el coronel. Ambos ex candidatos presidenciales no habían cruzado palabra desde 2013. El jueves se reunieron por primera vez, luego de que éste concretara el encuentro. “Juan Pablo es como el jefe de gabinete de su papá. Lo que me parece natural que así sea: es de confianza y tiene oficio”, dice un ex miembro de La Moneda.
Sin embargo, sabe que los dos roles son incompatibles. Por eso está abocado a ayudar a armar un equipo que dé soporte comunicacional a su padre, al tiempo que es enfático en señalar que su trabajo de día es 100% en el MOP. “Está enamorado de su pega, tiene muy buenas relaciones con Alfredo y sabe que la participación en lo de su padre debe ser transitoria”, señala un asesor del progenitor. Y agrega: “Es consciente que no puede tener una doble militancia”.